Victima de una Horrible Circunstancia


 

 

Pastora: Sara Salazar

 

TEXTO: Génesis 21:14-19.

 

PROPÓSITO: Concientizar a los oyentes que cuando somos victimas de horribles circunstancias, podemos clamar a Dios y Él vendrá en nuestra ayuda.

 

INTRODUCCION: En algún momento de nuestra vida hemos estado con problemas graves, inclusive hemos sido victimas de horribles circunstancias que nos quieren hundir en la desesperación, pero en medio de estas duras batallas, nuestro Dios se levanta en nuestra ayuda y nos hace saber que no estamos solos, sino que tenemos su grata compañía en los momentos más difíciles de nuestra vida.

 

PROPOSICIÓN: La Santa Biblia registra en sus páginas la historia de una mujer que fue victima de una terrible circunstancia, en la cual tuvo que soportar las más terribles pruebas hasta el punto de desesperarse y perder las esperanzas. Pero Dios en Medio de esta terrible prueba le demostró a Agar, la egipcia, su misericordia y su bondad al darle nuevas fuerzas para seguir adelante.

 

O.T: Veamos cómo Agar la egipcia, fue victima de la horrible circunstancia y la manera cómo Dios la ayudó:

 

I.  EN LA HORRIBLE CIRCUNSTANCIA AGAR TUVO QUE SOPORTAR LA HUMILLACIÓN (Génesis 21:14a)

 

Todo comenzó con la promesa hecha por Dios a Abraham, de que sería padre de una gran generación (Génesis 12:1-3). A la edad de 75 años, Abraham comenzó a poner en práctica el programa de Dios y le fue reafirmada la promesa (Génesis 15:1-4).

 

    Los años seguían pasando y Sara, mujer de Abraham, se puso nerviosa en cuanto a la promesa hecha por Dios a su esposo, lo cual su falta de fe hizo que convenciera a Abraham para que tomaran en sus manos la voluntad de Dios (Génesis 16:1-2).

 

    Agar vivía confortablemente en la casa de sus amos y era una de las favoritas de Sara, pues era más joven que su ama. Pero esto la condujo a varias humillaciones. La primera humillación que tuvo que pasar Agar, fue que la tomaron como conejillo de indias, es decir la utilizaron (Génesis 16:3).

 

    La practica de dar una sierva al esposo era permitido en ese tiempo, por lo tanto Agar se convertía en una “Concubina” o segunda esposa, pero Sara no lo vio de esa manera (Génesis 16:4-5).

 

    La segunda humillación que Agar tiene que afrontar, es la de tener que ver como Abraham evade sus responsabilidades con ella (Génesis 16:6a).

 

    La tercera humillación que tuvo que soportar Agar, fue la de tener que aguantar como Sara la afligía. (Amargar, desesperar, herir)  (Génesis 6:6b).

 

    La cuarta humillación de Agar fue la de ver cómo su hijo era desheredado, puesto que el hijo que nacía del arreglo que hizo Sara con Agar, era el heredero legal (Génesis 21:9-10).

 

    La quinta humillación que tuvo que soportar Agar y la más fuerte, es la de ser echada de su casa y sin derecho a nada (Génesis 21:14a).

 

Muchas mujeres tienen que soportar las humillaciones de los demás, todo porque no respetan sus derechos como tal.

 

    La humillación trae cómo consecuencia la amargura, la soledad, la deshonra, el sentir como lo rebajan, la vergüenza, el rencor, el odio y lo más terrible, el deseo de venganza. Todo esto tuvo que pasar Agar en esta terrible circunstancia victima de un mal arreglo.

 

II. EN LA HORRIBLE CIRCUNSTANCIA AGAR TUVO QUE SOPORTAR EL DESIERTO (Génesis 21:14b): 

 

Agar tuvo que afrontar la terrible sequedad que se vive en el desierto. Sola, sin saber que camino tomar. Estaba totalmente errante. Muchas veces nuestros desiertos personales, nos extravían el camino, desesperándonos a tal punto que no sabemos que rumbo coger.

 

    Aunque las horribles circunstancias por la que estemos pasando, nos hagan pasar por desiertos a tal punto que nos extravíen el camino dejándonos sin rumbo; debemos saber que donde quiera que estemos, siempre hay una puerta abierta en el cielo que nos provee de bendición (Isaías 41:17-18).

 

III.     EN LA HORRIBLE CIRCUNSTANCIA AGAR TUVO QUE SOPORTAR LAS NECESIDADES (Génesis 21:15):

 

Agar se encontró allí en este vasto desierto con un gran apuro. Se les acabo a ella y a su hijo las provisiones y el niño se puso enfermo.

 

    Lo único que podía Agar era echarse a llorar en medio de esta terrible circunstancia y al ver tantas dificultades y necesidades por las que estaba pasando.

 

    Fue tal la crisis emocional de Agar, por la situación que estaba pasando, que escogió un arbusto para abandonar a su hijo, en vista de que le faltaba tan preciado liquido.

 

    Las horribles circunstancias hacen que pasemos por un sequedal espiritual tal, que perdemos todas las esperanzas de permanecer vivos, echando a nuestros hijos en cualquier arbusto que les ofrezca el mundo.

 

IV.     EN LA HORRIBLE CIRCUNSTANCIA AGAR TUVO QUE SOPORTAR EL SACRIFICAR LO QUE MÁS AMABA (Génesis 21:16):

 

En el momento de ser victimas de una horrible circunstancia, nuestros seres más queridos son los primeros en sufrir junto con nosotros, y este era el caso de Agar.

 

    Agar al ver la situación por la que estaba pasando la persona que más amaba en ese preciso momento, prefirió distanciarse para no ver el sufrimiento de su hijo, pues este al igual que Agar también lloró.

 

    Cuando somos victima de una horrible circunstancia, sacrificamos muchas veces lo que más amamos, por satisfacer nuestro deseo egoísta de no afrontar la realidad.

 

    La necesidad, los afanes de esta vida, los problemas, son obstáculos que se nos presentan y nos desesperan, con el fin de que perdamos el rumbo y sacrifiquemos lo que amamos.

 

V. EN LA HORRIBLE CIRCUNSTANCIA AGAR RECIBIÓ EL CONSUELO DIVINO (Génesis 21:17):

 

    Dios al escuchar el llanto del muchacho corre a brindarle consuelo a esta mujer desesperada y angustiada. Fue Dios quien envió un ángel del cielo para consolarla. ¡Benditos de Dios esos “ángeles humanos” que en circunstancias difíciles aparecen como enviados de Dios para brindarnos consuelo!

 

    Dios es tan inmensamente grande, que en cualquier lugar donde estemos, siempre escuchará el clamor de sus hijos desesperados por su consuelo (Salmo 34:15).

 

VI. EN LA HORRIBLE CIRCUNSTANCIA AGAR RECIBIÓ FORTALEZA DIVINA (Génesis 21:18):

 

   Dios no solamente consuela a Agar, sino que también la fortalece, pues le da una amorosa orden de levantarse. Solo cuando nosotros tomamos la iniciativa de levantarnos de nuestro letargo, es donde tenemos fuerzas para levantar y sostener a los nuestros: “Alza al muchacho, y sostenlo con tu mano”.

 

    Todo el que depende única y exclusivamente de Dios, se dará cuenta que no es nuestra fuerza la que nos sostiene, sino la fuerza de Dios la que nos levanta. Cantidad de veces hemos sido enviados al desierto por personas que solo quieren el mal para nosotros. Pero nos hicieron un gran favor, pues en el desierto fue donde vimos la gloria de Dios.

 

    En el desierto fuimos fortalecidos; en el desierto fuimos levantados, en el desierto vimos de verdad como Dios actúa; en el desierto fuimos bendecidos. Dios está en el desierto, esperándote para acompañarte, pulirte y bendecirte.

 

VII.  EN LA HORRIBLE CIRCUNTANCIA AGAR RECIBIÓ LA BENDICIÓN DE DIOS (Génesis 21:19):

 

    Luego que Dios consuela y fortalece a Agar, la dirige a abastecerse de algo que está al alcance de su mano, pues fue Dios quien le abrió los ojos para que viera una fuente de agua.

 

Cuando somos victimas de una horrible circunstancia, nos volvemos ciegos hasta el punto de no ver el manantial junto a nosotros, en vista de que estamos en un desierto.

 

    Muchos que tienen abundantes motivos para sentirse animados, van lamentándose día tras día, en vista de que hay un manantial junto a ellos en el pacto de la gracia de Dios.

 

    Muchas veces no nos apercibimos de ese manantial hasta que el mismo Dios que nos abrió los ojos para ver la herida, no los abre nuevamente para ver el remedio.

 

CONCLUSIÓN: A veces quedamos atrapados por terribles circunstancias que nosotros no hemos creado, sino que más bien, otros nos las crean. Pero cuando eso sucede, es necesario recordar que Dios sabe donde estamos, Dios nos está mirando y al final Él pondrá todo en orden. Entrégate en las manos de Papito Dios y el te dará el consuelo, la fortaleza y la bendición que necesitas.

 

¡Que Dios te bendiga!

 

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